En el mercado existen sofás tapizados en diferentes tipos de pieles. Dentro de los distintos tipos debemos distinguir los sofás tapizados en piel natural, que son de mejor calidad, aunque también más caros; y los sofás de piel sintética, muchos de ellos también tienen muy buena calidad y se llegan a confundir con los de piel auténtica.
Dentro de las pieles sintéticas existen distintos tipos: polipiel, similpiel, mediapiel. En este enlace de nuestra tienda online Delsofá puedes leer todas sus características. Como te decíamos este tipo de tapicerías son de menor calidad, pero las evoluciones de los fabricantes han hecho que en algunos casos apenas pueda notarse la diferencia con los de piel natural.
Dentro de la piel natural también hay distintos tipos, en función de la zona del cuerpo y de la especie de donde proceda. El cuero, el ante, la piel nobuck…son algunas de ellas. Debes tener en cuenta que los sofás de piel tendrán marcas y cambian de color. Las piezas de mayor calidad pueden llegar a tener precios muy altos, que no están al alcance de tod@s.
Si quieres comprarte un sofá de piel y no tienes un presupuesto muy elevado, puedes optar por comprar sofás que tengan en los lugares visibles tapizados en piel natural y en lugares que no están tanto a la vista, tapizados de polipiel, similpiel o mediapiel, el precio de estas piezas es menor. Un ejemplo de ellos, es nuestro sofá Toronto, tapizado en piel natural de vaca flor en asientos y respaldos, y con tapizado de piel PVC en el armazón. Además, comprándolo ahora te ahorrarás 200 euros, su precio no llega a los 1.000 euros. Otro ejemplo es el sofá Mérida, con un precio más elevado, pero también muy asequible.
Una vez que hayas comprado un sofá de piel natural, debes tener en cuenta que son modelos que requieren de un cuidado especial, con el tiempo la piel cambiará de color y puede que salgan más surcos o marcas, fruto del uso diario. Para que tu sofá de piel natural conserve su belleza, debes aplicar cada seis meses como mínimo crema hidratante, sirve la que usas para las manos, con el fin de darle brillo y conserve su tacto suave. A la hora de limpiarlo es mejor que uses un trapo limpio de algodón ligeramente humedecido en agua.
Los sofás de piel son muy delicados. Además de los cuidados anteriores, debes evitar situarlos en lugares donde incida directamente la luz del sol. Evita que estén en contacto con superficies cortantes, como cremalleras, botones, uñas de animales domésticos, bolígrafos…este tipo de objetos pueden rayar la piel. También mucho cuidado con los niños, sobre todo si les gusta subirse al sofá con los zapatos puestos o jugar con pinturas en él, puedes llevarte una desagradable sorpresa. Te lo decimos por experiencias que nos cuentan nuestros clientes. No sabemos si es el caso de Eduardo de Mallorca que nos pregunta por los sofás de piel, pero os lo contamos como uno de los factores a tener en cuenta a la hora de elegir este tipo de piezas de tapicería.