Es difícil dar una respuesta precisa a la pregunta de cuántos años dura un sofá. Su vida útil depende de muchos factores, entre ellos y quizá los que más la determinen sea la calidad de sus materiales y el uso y cuidado que se haga de él. Está claro que cuando un sofá está fabricado con materiales de calidad, su duración será mayor y cuanto menos expuesto esté a situaciones como las inclemencias del tiempo, manchas abrasivas, un uso inapropiado, podremos disfrutar más años de nuestro sofá. En términos generales, si un sofá es de calidad y está fabricado con materiales duraderos y se hace un buen uso y mantenimiento, suele tener una vida útil de unos quince años.
Por tanto, respondiendo a la primera pregunta de Santiago G. de Granada, sobre cuántos años dura un sofá, podemos decir que el gran factor que los determina es el material o materiales usados para su fabricación. En un sofá podemos distinguir tres partes: estructura o armazón, acolchados o rellenos y tapicería. Según los materiales de cada una de ellas, la vida útil del sofá variará.
Si nos centramos en la estructura, cuanto más fuerte y resistente sea ésta, más tiempo disfrutaremos del sofá. Las más duraderas, como contamos en su día en este post del blog de Delsofá, son los armazones fabricados con madera maciza, la de pino o de haya, son las de mejor calidad, pero debes tener en cuenta que en caso de que te mudes mucho y tengas que desmontar el sofá y volver a montarlo, si no lo hacen profesionales, puede que alguna pieza quede suelta y la estructura deje de ser compacta, perdiendo su consistencia. En este caso, te recomiendo que optes por un sofá de armazón metálico, los de tubo de hierro son también muy fuertes y resistentes, pero cuidado, si vives en una zona húmeda, puedes tener problemas con la formación de óxido.
Los sofás menos estables y duraderos son los fabricados con armazón de conglomerado de madera o de metales poco resistentes. En este caso aunque el sofá sea económico, no podrás disfrutarlo mucho tiempo. Quizá sea una buena opción para casas de alquiler o segundas residencias, pero no te los aconsejamos para el día a día.
Además de la estructura, el relleno o acolchado también afecta. Este puede ser en su mayoría de goma espuma, de pluma, de fibra hueca siliconada o un mixto de estos materiales. Sin duda, el relleno más duradero es el de goma espuma de alta densidad mezclada con fibras. La pluma tiende a apelmazarse con el uso diario y debes batir las almohadas para que se suelten, además tendrás que rellenarlos con más frecuencia. La goma espuma también deberás cambiarla cada cierto tiempo, en este post, te explicamos cómo hacerlo.
Por último está la tapicería. Si eliges telas como se suele decir más sufridas, el sofá te durará más. Las tapicerías de piel son más delicadas y necesitan de más cuidados, debes nutrirlas, limpiarlas bien, hacer un uso más cuidadoso del sofá.
Las tapicerías de tela son más duraderas, pero aunque hay telas de muy buena calidad y lleves a cabo un buen uso y cuidado del sofá, es difícil que la tapicería dure más de diez años, por lo que tendrás que cambiarla por lo menos una vez.
Te dejo un enlace con instrucciones sobre los tipos de tela para tapizar el sofá y cómo cuidarlos.