Las vigas vistas son una pieza de decoración muy apreciada. En ocasiones muestran la historia de la vivienda, permaneciendo impasibles ante el paso de los años. En otras, reflejan el más puro estilo industrial, contribuyendo a magnificar el espacio. En cualquier caso, constituyen un elemento decorativo y funcional que merece la pena cuidar y destacar.
Existen muchas formas de realzar su belleza; una de ellas es la de pintarlas en color blanco. Un color neutro, que se funde con el resto del fondo de la estancia, creando un armonioso conjunto de elementos horizontales en distintas tonalidades, que combinan a la perfección.
En el caso del salón, la decoración de las vigas blancas o beis puede adaptarse a cualquier estilo, permitiendo conseguir desde el aire más moderno e industrial hasta el más rústico, pasando por el provenzal. Asimismo permiten dotar de un carácter señorial a toda la estancia. Definitivamente, se trata de un elemento decorativo muy especial que dice mucho de la vivienda, impregnándola de una personalidad propia e inimitable. Aquí os dejamos algunos ejemplos para conseguir este objetivo al decorar los salones con vigas blancas o beis.
Como muestra del estilo más industrial, encontramos en uno de nuestros blogs de decoración favoritos, Delikatissen este salón de ambiente diáfano y abuhardillado, donde el color blanco inunda la sala. Un blanco que ha sido aplicado tanto en el mobiliario como en las paredes y el techo. En este conjunto, las vigas blancas sirven de línea visual que marca el comienzo de la inclinación más pronunciada de la buhardilla, creando de este modo sensación de horizontalidad.
En este segundo caso que muestra la imagen inferior de Plan Reforma, el alma de la casa son las vigas, tal como se puede apreciar. En esta ocasión se ha optado por el color blanco también para las paredes, con lo cual se crea sensación de continuidad y se amplía visualmente el espacio. La pintura de las vigas permite mostrar la textura de la madera que la componen, un aspecto que denota calidez y evidencia el paso del tiempo, en contraste con la funcionalidad de los muebles, a todas luces de generaciones más actuales.
En esta última imagen del blog de Virlova Style, tenemos el efecto contrario. En este caso las vigas contrastan a la perfección con los robustos muros de piedra, dotando a la estancia de una sensación de ligereza, acentuada todavía más gracias al color blanco. Un color que, con la misma intencionalidad, se ha aplicado a las paredes y muebles. De este modo, se crea una combinación que aúna historia y tradición con innovación y nueva vida interior.
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