El ante es un tipo de piel de textura suave y aterciopelada, que aporta calidez al sofá y lo hace muy confortable. Se trata de una piel delicada, muy apreciada por su belleza; que confiere al sofá, chaise longe, sofá cama o sillón un aspecto elegante y señorial, propio de la calidad del material. Pero, ¿cómo podemos limpiar los sofás tapizados en ante para que conserven el máximo tiempo esta textura y calidez? Te lo cuento en este post.
Al tratarse de una variedad de piel, su mantenimiento requiere unos cuidados especiales. Hoy vamos a hablar de cuáles son los trucos más efectivos para realzar la belleza de los sofás tapizados en ante, y prolongar su belleza con el paso del tiempo.
El principal cuidado que debemos tener con nuestro sofá de ante es evitar que sobre él se vierta ningún tipo de líquido. Ni siquiera agua. La humedad hace que la piel se reseque, pierda flexibilidad y cambie de color, tornándose más oscura. Por ello, ante un accidente de este tipo, es importante saber cómo actuar. El primer paso es intentar absorber todo rastro de humedad, pero no a base de aplicar calor, sino con toallas o papel absorbente, de forma que recupere su condición inicial a temperatura ambiente, de la forma más natural posible. Las agresiones externas de calor podrían acelerar el deterioro de la superficie manchada, y causar el efecto contrario al deseado.
En caso de que el líquido derramado hubiera dejado mancha, será necesario eliminar el rastro con una toalla humedecida en agua templada. Frotando suavemente en círculos concéntricos, de fuera hacia adentro. Una vez eliminada la mancha, proceder a su secado, como acabamos de describir.
Si la mancha ya está seca, o se trata de cualquier otro tipo de mancha, existen varias formas de quitarlas, pero recordad, lo primero es «estudiar» con esmero las condiciones de limpieza y mantenimiento que ofrece el fabricante. Si éstas lo permiten podemos aplicar a la mancha los siguientes trucos:
Frotar la mancha con una toalla limpia, ligeramente humedecida en un poco de vinagre blanco, o amoniaco diluido en agua, os aconsejamos que hagáis una prueba de limpieza en una parte no visible de la pieza, para comprobar que la tela no se daña. Se trata de un proceso que requiere paciencia, dado que el producto ha de penetrar en la superficie del tejido. Para comprobar si la mancha ha desaparecido por completo, habremos de esperar a que el ante se seque.
Existen cepillos especialmente indicados para las prendas de ante, que ayudarán a dar un aspecto vivo y brillante a la tapicería de tu sofá. Estos cepillos tienen dos cabezales. De un lado disponen de cerdas metálicas, que permiten peinar la superficie; en este caso debe hacerse a contrapelo y con cuidado; mientras que de otro cuentan con cerdas suaves, para dar brillo a la piel.
Si se trata de una mancha pequeña, puedes probar directamente a borrarla con una goma de borrar. En ocasiones funciona de maravilla; un truco muy fácil y efectivo para tener siempre a mano.
Si la mancha es de grasa, existen en el mercado desengrasantes para cuero, específicamente para tratar las manchas de ante, aunque también puedes probar con bicarbonato sódico, aplicado directamente.
En caso de desgaste, muy propio de las superficies de piel, podemos matizar dicha imperfección utilizando con cuidado una lima de uñas.
Porque más vale prevenir que curar recuerda y siento ser pesada, siempre prueba cualquier producto en una parte no visible del sofá, con el fin de asegurarte de que no va a dañar el tejido, ni van a producirse alteraciones en el color.
Si tu sofá es de piel nobuck, cuya textura es muy parecida al ante os dejo el link a un post que escribió mi compañera Inma sobre cómo limpiar los sofás tapizados en nobuck.