El sofá de piel es la joya de nuestro salón, ese mueble que nos acoge en nuestros momentos de descanso y que con su elegancia viste la estancia como ningún otro. Cuando lo elegiste sabías bien lo que hacías, un mueble para toda la vida, el cual cuidas con esmero y quieres mantener nuevo e impoluto como el primer día. Para ello conviene que tengas en cuenta las claves sobre cómo nutrir sofás de piel, las cuales te detallo en este post.
Antes de nutrir el sofá, el primer paso es limpiarlo. Para ello, te aconsejo, tal y como te explicamos en un post anterior sobre cuidados y limpieza de los sofás de cuero de color claros, que utilices un paño suave, puedes humedecerlo ligeramente. Los fabricantes recomiendan frotar la tapicería de piel trazando círculos concéntricos, de fuera hacia adentro, con el fin de hacer una cobertura más uniforme y completa. De esta forma en el caso de que existan manchas, evitas que éstas se extiendan.
Tras la limpieza, procede a secar el sofá y cualquier exceso de humedad con un trapo limpio y seco, preferiblemente de algodón. Evita secarlo con una fuente de calor artificial como puede ser un calefactor o un secador de pelo. Y recuerda no poner el sofá en un lugar donde esté expuesto a la acción directa de la luz solar, ésta puede producir cambios en la textura y el color de la piel.
También existen en el mercado productos específicos para la limpiar y nutrir sofás de piel. En caso de utilizarlos, es necesario seguir siempre las instrucciones del fabricante. Para asegurarte que el producto seleccionado no deja cerco, mancha o altera el color de la piel, es recomendable que lo pruebes en primer lugar en una zona no visible de tu sofá. Ésta puede ser la parte interior de los asientos, o de los laterales. En cualquier caso, lo más importante es nunca utilizar productos químicos.
Una vez limpio, procede a hidratarlo. Puedes utilizar una crema hidratante -valdría cualquiera de las que usarías para tu piel, neutra- que, además de nutrir en profundidad la piel y mejorar su aspecto, le aportará brillo y actuará como una película protectora invisible, que ayudará a repeler la suciedad. Para aplicar este producto, recurre a un paño limpio y suave, no absorbente, que permita distribuir la crema de forma uniforme. Este proceso de nutrición del sofá se recomienda realizarlo al menos cada 6 meses, y siempre dependerá del uso del mismo.
También hay remedios caseros que se aplican para realzar el brillo natural de la piel y alargar su vida útil, manteniendo tu sofá de piel con la belleza del primer día. Aunque nuestro consejo es que os ciñáis a las instrucciones que da el fabricante de la pieza. Al fin y al cabo él es el auténtico experto.
Como ves, mantener la belleza de tu sofá de piel no es difícil, y tienes a tu disposición muchos recursos que te ayudarán a lograrlo de forma rápida, sencilla y económica.