Llega la Semana Santa, una fecha llena de tradiciones y costumbres, donde la gastronomía representa un importante papel. En estas fechas los escaparates de panaderías y reposterías de la zona se llenan de suculentos y apetitosos dulces, tales como los pestiños, las torrijas, flores fritas o las suculentas monas.
Bien sean con o sin huevo, las monas, también conocidas como toñas, pan quemao o fogaseta no pueden faltar en nuestra mesa en estos días tan especiales. Se trata de un bollo esponjoso con forma redondeada, cubierto de azúcar, que puede incluir un huevo por encima. Se trata de un dulce típico de la zona del levante español, que abarca desde Cataluña hasta Murcia.
Para que en estas fechas no falte en vuestra mesa, hoy os vamos a facilitar la receta de este singular bollo; cuyo proceso de elaboración es bastante sencillo, y el resultado merece la pena.
Ingredientes y elaboración de la Mona de Pascua
(Para 8 raciones):
- Harina de fuerza (500 grs.)
- Azúcar blanco (150 grs.)
- Aceite de oliva virgen extra (50 ml)
- Leche entera, tibia (150 ml)
- Levadura fresca (20 grs.)
- Ralladura de 1 limón pequeño
- Una pizca de sal
- 2 huevos
- Una cucharada de agua de azahar, aunque es un ingrediente opcional
- 8 huevos cocidos (son opcionales)
El primer paso es mezclar bien todos los ingredientes en un bol. A partir de ahí comienza el proceso de amasado. Nos ponemos manos a la obra y dispuestos a trabajar la masa. Recuerda que trabajamos con harina de fuerza, por lo que el trabajo de amasar y moldear la masa ha de ser más intenso que el de la harina tradicional.
Así pues, ya sobre la encimare o mesa de amasar, estira la masa, pliega, recoge y repite varias veces este proceso. Al principio sentirás que la masa es bastante pegajosa, pero a medida que vayas trabajándola, verás que se torna más elástica y se desprende fácilmente de las manos y la superficie de amasado.
El trabajo de amasado te llevará unos 20 minutos. A partir de aquí, es necesario dejar reposar la masa, hecha una bola y bien tapada, para que crezca. En este tiempo, que de media suele durar entre 4 y 5 horas, dependerá de la temperatura y humedad del ambiente, la masa puede duplicar e incluso triplicar su tamaño.
Pasadas estas horas, sacamos la masa y la volvemos a trabajar, esta vez suavemente, con el fin de desinflarla y volver a darle forma. Podemos hacer una única mona grande, o bien dividirla en 8 porciones. A partir de aquí, ya estará lista para llevarla al horno. La ponemos en la bandeja sobre papel de horno y la dejamos reposar, bien tapada. En esta ocasión por un periodo inferior, de aproximadamente hora y media.
Por último, la pintamos con huevo batido, para intensificar el color dorado de la masa, y la decoramos por arriba con azúcar, bien humedecido, o simplemente espolvoreando azúcar normal.
Llevamos nuestra creación al horno, a 180 grados, con calor por arriba y por abajo, sin activar la ventilación. El tiempo aproximado de cocción oscila entre los 45 y 50 minutos; en el caso de haber dividido la masa, este periodo puede reducirse. Es importante controlar la evolución del horneado. Nuestras monas estarán hechas cuando hayan adquirido un tono intenso. A partir de aquí, las dejáis enfriar fuera del horno, cubiertas con un paño. Una vez fría, conviene conservar en una bolsa, dado que las monas se resecan con facilidad.
Feliz Pascua, ya nos contaréis qué tal han salido vuestras monas.
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