Hoy nuestro sofá lo ocupa David Jiménez, arquitecto paisajista, cuya labor se centra en diseñar paisajes y evocar recuerdos, haciendo de nuestros espacios al aire libre, lugares mágicos. Para saber cómo lo consigue os animo a uniros a nuestra charla.
Desde que recuerda, David ha tenido una relación intensa con la naturaleza. Su niñez es un mosaico de imágenes de veranos en la ardiente arena de la playa, disfrutando del olor a humedad del césped recién cortado o de su madre en su rosaleda. Tal como él dice, “quizá por eso, todos mis proyectos han trabajado sobre el recuerdo como materia prima”.
Estudió arquitectura en la Universidad de Alicante y la HvA de Ámsterdam. Ha trabajado con arquitectos de la talla de Joaquín Alvado o Gabu Heindl, entre otros y sus proyectos han sido expuestos y publicados en varias revistas y plataformas.
Actualmente su trabajo está centrado en desarrollar proyectos de paisajismo, con el recuerdo como generador de contenido.
Primero nos gustaría conocerte un poco. ¿Cómo te defines? ¿Cuáles son tus pasiones?
Siempre me he definido como un arquitecto con alma de ingeniero. Desde niño he tenido el corazón dividido por las grandes estructuras (sobre todo las presas) y la arquitectura. Estudié arquitectura y como no puede ser de otro modo cualquier manifestación artística me interesa, sobre todo la fotografía. Suele ser uno de los detonantes de mis proyectos, junto al recuerdo que supongo que trataremos después.
Pasiones tengo dos, el mar. No me puedo separar de él más de seis meses y fotografiar momentos efímeros. El último esta mañana.
¿Cómo es el trabajo de un paisajista?
Para empezar es duro. Es una disciplina relativamente nueva que intenta abrirse camino y no es fácil. Hace falta mucha pedagogía y sobre todo hacer las cosas bien. Que se entienda nuestro lugar en la sociedad.
¿En qué consiste principalmente tu trabajo?
En trabajar el paisaje, el espacio exterior, dotándolo de interés. Ya sea el territorio, la ciudad o el jardín privado, que es el mundo en el que me muevo yo.
¿En tu trabajo es fundamental recrear sensaciones? Tú creas jardines con historia, trabajando con los recuerdos ¿Cómo se consigue, si no es un secreto? Por lo menos, dame una pista…
Hay que saber leer al cliente. Charlar con él. Hay clientes muy transparentes que te sientan en su terraza con una copa de vino y sin mirarte a la cara te cuentan su infancia. Otros en cambio, son opacos y extraerles emociones es difícil.
El secreto es huir de la inmediatez. Hay que destilar de los recuerdos, las sensaciones e intentar no reproducir el jardín de la infancia o el lugar donde se fue feliz, sino entender el porqué.
Quizá tuvo que ver la temperatura, el olor a mar, el césped recién cortado o por el contrario el prado seco. Hay que trabajar con colores, contrastes entre materiales y vegetación, etc.
¿Cómo sería tu jardín ideal, tu lugar mágico?
Mi jardín es una amalgama de recuerdos. En el no puede faltar una higuera. Era el árbol favorito de mi abuelo y donde tuve mi primera casa en el árbol. Para mí el verano tiene la fragancia de la higuera.
Tampoco podría faltar una cumbre de palmeras datileras con al menos un par de ellas hembras, el sonido de los caños de agua y los corredores de aire.
¿De qué proyectos te sientes más orgulloso?
Aprendo de todos. Cada uno es distinto. Quizá me sienta más orgulloso de los pequeños. Ahí los detalles saltan más a la vista y la magia queda en suspensión, la planta tiene más protagonismo.
El último jardín que he proyectado es muy pequeño, apenas 36m2. Lo cual te permite algunas licencias que en los grandes no puedes realizar. En este caso el jardín consiste en un espacio muy mediterráneo con seto de laurel, un madroño ejemplar a modo de arbusto de 3 metros y jazmines morunos en las celosías. Un jardín que se transforma en un espacio aromático de primer nivel cuando se mojan los jazmines y los laureles. Transportándote a tu lugar mágico en segundos.
¿Has recibido peticiones muy singulares? ¿Nos puedes comentar algunas de ellas?
Ahora, recuerdo dos. La primera consistía en reconvertir un jardín familiar. La idea era modernizar el jardín tras unas mejoras de la vivienda pero sin borrar su pasado. Es decir, que tanto las generaciones pasadas como las futuras hagan suyo ese nuevo jardín.
Por otro lado he tenido varios proyectos de revegetación de monte, es decir. Crear un jardín como sí del mismo monte se tratara. En ese caso los clientes tenían una vivienda en una parcela agrícola y querían restaurar todo el monte destruido por las obras de la casa de tal forma que su jardín fuera la montaña.
¿Qué no debe faltar en un espacio al aire libre?
Un espacio para relajarse. No entiendo el jardín si sus connotaciones más importante: la de socializar y descansar. Ya sea leyendo un libro, contemplando una puesta de sol o haciendo una barbacoa con amigos.
¿Qué tipos de sofás son los más adecuados para este tipo de espacios?
Todo depende del jardín. Por ejemplo, hay espacios modernos en los que piezas de resina de VONDOM son una magnífica elección, ya que no solo resisten a la intemperie sino que trabajan también como pequeñas esculturas. Y hay otros en los que los materiales nobles como la madera o los elementos de tela ayudan a crear espacios íntimos y personales.
Los espacios al aire libre están en muchas ocasiones asociados al relax, ¿Cómo se puede crear esa sensación de relajación que buscamos en nuestros jardines?
Para conseguir esta sensación de relax, es importante tener claro varios conceptos básicos. El primero es que todo proyecto de paisajismo debe ser un proyecto global. Se puede ejecutar por fases, incluso en varios años pero siempre sobre un proyecto claro.
El otro concepto es la sombra. Un buen espacio de relax está siempre vinculado a la sombra. Podemos trabajar la sombra con vegetación (moreras, palmeras datileras, enredaderas, celtis, etc.) o con materiales como el cañizo, las pérgolas, las lonas… todo dependerá de la magia de cada jardín.
A la hora de distribuir las plantas y elegirlas ¿En qué nos debemos fijar, qué factores determinan una elección u otra….?
Primero en el concepto de jardín y en qué queremos transmitir. Antes he comentado cómo realizar un jardín meramente aromático con laureles y jazmines con un carácter muy mediterráneo. Además, el hecho de usar el madroño dentro de un jardín tan verde y sobrio hace que los frutos rojos de éste adquieran un protagonismo especial.
Lo segundo es pensar la orientación y el soleamiento. No todo puede vivir en cualquier sitio y por lo tanto necesita unas determinadas horas de sol o frío.
Y lo tercero y no menos importante, conocer la calidad de nuestra tierra y agua. Se tiende a creer que lo importante es la planta, cuando la mayor garantía para que un jardín evolucione correctamente es que la tierra y el agua sea de calidad, sino es así habrá que mejorarla acidificándola, alcalinizándola o añadiendo materia orgánica.
¿Los espacios al aire libre, se pueden disfrutar todo el año, se pueden vivir independientemente de la época del año?
¡Por supuesto, al menos hay que intentarlo! Una manera es generando espacios más frescos para el verano y terrazas cálidas para las tardes de invierno. Por ejemplo trabajando con árboles caducos como moreras o celtis australis. El jardín es un espacio para disfrutar, hay que intentar aprovecharlo todo el año.
Para finalizar esta charla me gustaría dar las gracias a David por su tiempo y por saber transmitirnos su pasión por el paisaje y los espacios al aire libre. Os animo desde aquí a conseguir que vuestros jardines, terrazas, patios se conviertan en ese lugar mágico en el que evocar sensaciones, sentimientos… como dice nuestro compañero de sofá, simplemente hay que buscar en nuestros recuerdos.
Podéis contactar con David también a través de las redes sociales. Su página de Facebook es David Jimenez arquitectura y paisaje y su usuario de twitter es @davidjimenezAP.