Decorar un salón con estilo oriental es una forma muy particular de definir un estilo de vida. Cuando entras a una casa en la que te encuentras muebles y decoración asiática, lo primero que piensas es que la persona que vive allí, tiene un gusto muy especial. Resulta casi imposible quedarse quieto en el sofá sin posar la mirada en algún adorno exótico, como una estatua de Buda, una alfombra mágica o unas cortinas doradas.
Si hay algo que caracteriza a los salones orientales es la paz y la serenidad que puede respirarse en ellos. Pero quizás todavía llame más la atención ese aire cosmopolita y viajado que transmite el hecho de introducir muebles y colores diferentes a los que normalmente estamos acostumbrados.
¿Estás pensando en cambiar por completo de aires y vivir como si estuvieras en el Lejano Oriente? Aunque es difícil transformar por completo un salón occidental en un salón puramente asiático, podemos intentar imitar su estilo basándonos en colores y muebles orientales. En este artículo voy a presentarte algunas de las propuestas que he podido encontrar en blogs y webs de decoración.
Salones hindús, un toque alegre y sofisticado
Para los que busquen un estilo colorido y alegre, la decoración hindú es la más apropiada, como vemos en este salón de Uxban. Todo en esta sala expresa felicidad y calma, desde la alfombra hasta el sofá y el puff. Como vemos, el color amarillo de la India, símbolo de la santidad y la sabiduría para los hindúes, se ha distribuido con mucho ingenio y cumple la función de transmitir paz a los visitantes.
No obstante, se puede acompañar con una gran variedad de colores, ya que la decoración hindú apuesta sobre todo por la diversidad cromática. Las alfombras, cortinas y cojines de colores brillantes son la esencia de este estilo de decoración. En cuanto a los muebles, predomina sobre todo la madera de teca, un material muy resistente y un color característico, que suele utilizarse mucho en muebles de jardín.
Si tenemos una sala grande, podemos aprovechar también para hacer un sofá típico en forma de U, adornado con cojines de diversos colores, un toque muy tradicional y familiar, como podemos ver en este salón que nos muestra Trazos y trozos.
El minimalismo del salón japonés
Si buscamos un estilo más propio del Asia Oriental, hemos de optar por un salón menos recargado, de índole zen y propio de la decoración japonesa. Dos de las características de los salones japoneses son la pulcritud de sus paredes y la simplicidad de sus muebles. Decorados con estilo minimalista, la clave es jugar con los colores, los espacios vacíos y un mobiliario singular debidamente ordenado. Siempre apostaremos por colores muy naturales, donde el blanco y el negro juegan un papel primordial, como vemos en este salón de Interiorista.
Si hacemos un salón-comedor, podemos optar por seguir fieles a la tradición asiática de sentarnos en cojines en torno a una mesa baja. Una opción es incluir bonsais de interior, lo que le da un aspecto muy bello y vegetal. A ser posible, se pueden cambiar las puertas para que sean fusuma, es decir, deslizantes, pero también se puede buscar un efecto similar simplemente mediante la colocación de paneles japoneses. Si vestimos además las paredes con algunas imágenes de letras o dibujos japoneses decorativos, el toque asiático está asegurado.
Salón chino en rojo
Para darle un toque chino a nuestro salón, debemos introducir muebles, paredes o telas en color rojo fuerte. No debemos temer el uso de colores muy chillones, siempre que combinen bien; que el rojo ha de ser un color predominante, como vemos en la foto de Decoactual. Combinado con colores claros y muebles en madera natural, se logra que tenga un aspecto auténticamente oriental, lleno de simbología y perfección.
Otros toques decorativos para salones chinos son las flores, los cuadros y los muebles bajos, casi imprescindibles en toda la decoración asiática, pero también los característicos jarrones chinos, que pueden resultar muy apropiados para adornar las esquinas, estantes o mesillas pequeñas.
A algunas personas puede inquietarle la idea de sobrecargar la sala con demasiadas estatuas, pero aporta el detalle de color más exótico y verdadero que transforma cualquier sala convencional en un salón de inspiración asiática. Realmente, no es necesario, ni recomendable, que parezca una estancia demasiado recargada. Una estatua de Buda grande, en color dorado o en imitación de bronce, o incluso un retrato en la pared, bastará para producir el efecto deseado.
Con todo, tampoco es absolutamente necesario, mientras usemos muebles chinos tradicionales. Nosotros, al fin y al cabo, decidimos si queremos un salón asiático muy tradicional, o simplemente introducir pequeños toques decorativos a nuestro salón.
¿Inspiración asiática o mezcla de estilos?
Decorar el salón con estética oriental es una forma de recrear un ambiente en el que ahora mismo no nos encontramos. Una forma de viajar desde tu propia casa. Como decíamos, sin embargo, tampoco es necesario transformar por completo la decoración del hogar, ni reformar por completo nuestra sala de estar. Hay formas de darle un toque asiático sin abandonar un aire moderno, como han hecho en este salón de inspiración zen que enseñan en Embelezzia.
Combinar salones modernos con toques decorativos asiáticos es lo más idóneo para aquellos que nunca hayan tenido un salón de aspecto oriental, pero les gustaría disfrutarlo. Para el que de verdad le entusiasma, no tiene por qué producirse un «choque cultural» al cambiar completamente la decoración. Aun si fuera el caso, podemos como alternativa limitarnos a introducir algunos muebles u objetos de decoración asiática, apostando por un modelo que se ajuste a nuestro carácter y nuestra visión de la vida.
Algo que debes tener en cuenta es que la mezcla de varios estilos orientales puede resultar algo arriesgada y el acabado puede ser muy confuso y poco elegante, incluso incompatible en algunos casos. Piensa que las culturas de Asia, aunque emparentadas, son muy diversas y tienen diferencias muy destacadas entre sí, a pesar de que los occidentales las veamos a veces desde un mismo prisma. Con todo, si disponemos de material de distinto origen, se pueden ensayar modelos híbridos y contemplar el resultado.
Si no estás seguro de hacer lo correcto y prefieres lo tradicional, lo mejor es seguir un patrón estándar, según el diseño que más te guste. De esta forma, consigues uno de los objetivos de la decoración oriental; transformar el ambiente de tu hogar en un pedazo de India, de China, de Japón o cualquier otro país de Oriente que te guste y te inspire.
¿Qué estilo de decoración asiática te atrae más? ¿Transformarías tu salón por completo, o prefieres añadir pequeños detalles a tu gusto? Nos encantaría conocer tu opinión y tu opción, no dudes en aprovechar el campo de comentario. Las esperamos.