Lo naif está cada vez más presente en las decoraciones modernas. Si tuviéramos que definirlo en cuatro adjetivos, diríamos: dulce, suave, inocente, infantil. Al igual que en el estilo pictórico de origen francés, la decoración naif se caracteriza por una absoluta independencia y espontaneidad. En los salones, todo se construye tal y como dicta el corazón, sin imposiciones externas, ni fidelidad a viejos patrones.
Si queremos hacer un salón con toques naif, hemos de dejar vagar libremente la imaginación y decorar los muebles de forma caprichosa, como lo haría un niño o una niña pequeña. Usando colores alegres y pastel, jugando con los contrastes, colocando toda clase de detalles y ocurrencias en las paredes y los muebles. Queremos evocar la infancia a través de un estilo individualista y simple, sin pretensiones.
En este artículo vamos a dar algunas pinceladas sobre lo qué significa tener un salón de estilo naif y cómo puedes crear uno. Si tienes un corazón de artista y te gusta experimentar, seguramente quedarás prisionero de esta forma liberal de decorar un salón.
¿Qué es un salón naif?
Naif proviene del término francés naïf que puede traducirse como «ingenuo» o «simple». De modo que, en la decoración de tu salón, deberá apreciarse un carácter inocente y generalmente femenino. Muchas veces, asociamos este tipo de decoración con las habitaciones de los niños, salones de boda o algunas cafeterías vanguardistas. Sin embargo, puede aplicarse a multitud de espacios.
Como una imagen vale más que mil palabras, podemos apreciar este ambiente en el salón que nos enseña Estilo y deco.
Si te fijas, abundan los colores vivos y alegres en todo el conjunto. Pero quizás lo más puro, lo más característico del estilo naif, es el cuadro del fondo, en el que se simula una pintura infantil de un paisaje figurativo. También, en el taburete que hay junto al sillón negro, se puede reconocer un muñeco de adorno que representa un payaso o un danzarín.
La estética de este entorno, simple, inocente, refleja una forma de decoración que resulta placentera para el que se sienta a disfrutar de una velada en el salón. Los colores (blanco, lila, negro, amarillo, azul turquesa…) reflejan con elegancia un juego de contrastes en el que, sin embargo, no hay nada que resulte violento y todo parece transmitir calma y sosiego. Veamos qué colores son los más adecuados.
Los colores y texturas del estilo naif
En lo naif, nos gusta lo que les gusta a los niños: el azúcar. Tu salón tiene que parecer un pastel de crema. Es decir, que al entrar por la puerta casi pueda saborearse un aire dulce. Los colores oscuros deben quedar relegados a un segundo plano, o incluso, en algunos casos, desaparecer completamente.
Por tanto, usaremos colores como el lila, el rosa, el verde jade, el beige, el azul turquesa y otros por el estilo. Si son tonos brillantes, mejor que mejor. Y no necesariamente tenemos que buscar una armonía perfecta. En lo naif, también se aprecia a veces la búsqueda del contraste entre el blanco y algún tono pastel, tratando de simular el aspecto de una tarta.
No tenemos por qué apostar siempre por estilos uniformes, pero sí es importante que sean de tonos suaves. Fíjemonos en la rica variedad de coloridos que pueden encontrarse en este estilo con las imágenes que publican en Guía para decorar
¿Cómo deben ser los muebles de un salón naif?
Si los colores han de ser vivos y dulces, también los muebles deberían reflejar ese espíritu. El estilo del mobiliario más parecido al naif es el romántico y el shabby chic, aunque suelen utilizarse muebles modernos en tonos blancos y pastel; cajoneras, estanterías, mesas de colores, etc. Lo importante, es que ningún mueble de la sala revele un aire robusto y agresivo. Fíjate en el aire sencillo y simple de los muebles de este salón:
Sin embargo, los muebles no deben dar una imagen de monotonía, sino de optimismo y alegría. Hay muebles que pueden evocar cierto aire nostálgico; por ejemplo, las mesas de colores, los taburetes de tipo infantil o las sillas pequeñas. Los sofás y sillones se pueden decorar perfectamente con telas de colores dulces, o bien simplemente añadir muchos cojines con tonos florales y pasteles. Un ejemplo interesante lo tenemos en las telas de estos cojines que vemos en la web de la Feria Expohogar.
En cuanto a las lámparas, se trata de un elemento importante en la decoración naif. No tienen que ser grandes ni sofisticadas; pero sí suelen ser lámparas de colores con todo tipo de detalles, en los que se aprecia la adolescencia y la candidez.
¿Cómo decorar las paredes?
Manteniéndonos fieles a los colores predominantes de la sala, hay diversas tendencias para decorar la pared de un salón de aire naif. Lo importante, es que el resultado final sea un salón con mucha luz, donde se aprecie la riqueza visual de un colorido simple a la vez que ingenioso, como por ejemplo en este fondo del blog Decoratrix:
Veamos algunas opciones que tienes:
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Paredes a rayas. En la variedad cromática está la alegría del color. Para huir de la monotonía, podemos crear una pared con rayas verticales u horizontales, mezclando el blanco con algún color alegre y vistoso.
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Paredes con detalles. Si no queremos poner vinilos en la pared, hay otras opciones que le darán el toque especial que deseamos. Imprescindible en el mundo naif son los cuadros, pero también puede resultar ocurrente colocar algún tipo de adorno.
Los detalles, la esencia de lo naif
Llegamos al punto fuerte de un salón de estas características. Fácilmente, se puede transformar cualquier salón de tonos suaves añadiéndole pequeños detalles naif, que son la verdadera esencia de este tipo de decoración.
Un salón naif nunca será lo mismo si no tiene alguna decoración pictórica. Ya sea un gran cuadro encima del sofá, o pequeños cuadritos distribuidos elegantemente por la pared, sin imágenes no se puede apreciar la esencia de lo naif. Muchas veces, son los cuadros figurativos, con motivos de ciudades, flores o personajes, los que nos muestran que estamos ante este tipo de salones. Hay diversas galerías de arte en Internet donde se puede comprar este tipo de arte. Fíjate por ejemplo en esta imagen de Duna Decoración.
Pero los cuadros no son los únicos detalles que crearán un ambiente naif. Aquí te enseñamos otros elementos muy típicos con los que puedes enriquecer la sala para darle un aspecto detallista y cuidadoso.
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Corazones de mimbre. El corazón hace referencia al amor; nada más ingenuo, platónico e inocente. Los adornos de mimbre en forma de corazón colgando de la pared se han puesto muy de moda. Usando varios corazones, se puede hacer un diseño original y curioso que le dé el toque deseado.
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Adornos y más adornos. Las figuras son otro elemento característico de lo naif. No se trata de poner adornos al uso, sino de figuras de arte naif, que posean un aire muy infantil. Se trata de un sustituto de las estatuillas y tienen un aspecto parecido al de los belenes, aunque en diferentes tamaños.
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Farolillos tipo jaula. Los farolillos ornamentales, que tanto se utilizan en las bodas, también son un adorno ideal para este tipo de salones. Pueden utilizarse como continente de flores y una forma original y curiosa de dar elegancia a cualquier rincón.
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Jarrones con flores. Por último, las flores son otro elemento que no pueden faltar; son símbolo evidente de la inocencia. Margaritas, camelias, incluso rosas, ayudarán a conformar una sala que se caracterice por la pulcritud, el preciosismo y la evocación de la infancia.
En conclusión
Si quieres darle un toque naif a tu salón, debes dar rienda suelta a tu imaginación. Piensa en todo aquello que pueda resultar preciosista, con un aire romántico, y mézclalo con muebles que resulten sencillos, tiernos, dulces. Lo que en una decoración de otro estilo podríamos considerar superfluo o un capricho decorativo, en este tipo de salones queda muy bien. No hay por qué incluir todos los detalles que te hemos señalado en el apartado anterior; son sólo recursos y recomendaciones que te pueden ayudar.
Algunos salones tienen un aire muy minimalista y apuestan por el arte naif, colocando un mural en la pared o un gran cuadro de una galería de arte. Otros se parecen mucho a un salón romántico, pero con un aire más moderno. Lo importante, es que inspire un ostensible gusto por lo simple: el dibujo y la figura de trazado infantil, unidos a una gama cromática de tonos pastel, es lo que revelará el estilo naif en toda su dulzura.
¿Te gusta el arte naif? ¿Tienes algún elemento o cuadro de este estilo en tu casa? ¿Has decorado tu hogar siguiendo esta corriente? Nos encantaría que nos contarás cómo es. Te invitamos a compartir con todos los lectores tu decoración, a través del campo de comentarios, también puedes hacerlo en nuestro Facebook de Delsofá.es o en Twitter, mencionando a @delsofaES.
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