Cada persona tiene un estilo de sentarse en cada circunstancia. Unas veces queremos estar cómodos y repantingados en el sofá; otras, preferimos permanecer algo incorporados, con cierta formalidad, y en otras ocasiones, queremos que el sofá sea ese lugar cómodo donde se puede cenar tranquilamente viendo una película o un partido de fútbol, sin tener las piernas aprisionadas, ni tener que dejar la espalda en el aire. De todas éstas y muchas más, ¿Cuál es tu manera de sentarte? ¿Cómo vas a usar el sofá? En este post te damos consejos para elegir el sofá, según sean las respuestas a estas preguntas.
Lo realmente importante es que el sofá de nuestra casa sea el más adecuado para el común de las actividades que vamos a hacer en el día a día. Como ninguna casa es igual a otra, es muy importante que pensemos qué tipo de sofá nos gustaría tener en nuestro salón: si preferimos que sea duro o blando, si nos gustaría que el respaldo fuese alto o bajo, si queremos un tresillo o nos gustaría que incluyera una chaise longue para tumbarnos tranquilamente.
Los sofás blandos, si te gusta que te abracen
Si lo que más valoras en un sofá es que, cuando te sientes, enseguida te transmita una sensación de descanso y bienestar, necesitas un sofá suave y blandito. Para eso, tenemos que fijarnos en que estén fabricados con un material mullido y suave, de modo que nos proporcione un reposo excepcional. Los rellenos más recomendables son los de pluma de oca o de ganso, si bien suelen ser algo caros. Otro material muy confortable y más económico para el relleno es el de fibra o un mix entre pluma y goma espuma o alguna otra fibra. Los sofás con rellenos únicamente de goma espuma, suelen ser más rígidos, al sentarte notarás un pequeño rebote. En los sofás de pluma la sensación es como de abrazo.
Aparte del material con el que se ha fabricado, también importa mucho la densidad del relleno. Los sofás con una alta densidad suelen ser muy duros, sea cual sea el material con el que están hechos, mientras que los de baja densidad tienden a ser más flexibles; no te conviene ni que sea demasiado blando (ya que eso a la larga le resta comodidad), ni demasiado duro.
Sofás para sentarse a cenar
Si además de estar cómodo, te gustaría cenar en la mesa de centro y no tener que incorporar tu cuerpo demasiado, arriesgándote a tener un dolor de espalda o de cuello, debemos fijarnos en la estructura del sofá. ¿Son asientos reclinables y flexibles, que podemos adelantar o inclinar hacia detrás, de modo que nos incorporemos adecuadamente a la mesa? ¿Cuánto espacio queda entre nuestra espalda y el respaldo para poder acercarnos a la mesa lo suficiente para cenar tranquilos?
Es importante que podamos estar próximos a la mesa sin tener que arrimar el cuerpo al borde del asiento; para eso, además de contar con un sofá con un respaldo adecuado, se recomienda tener una mesa elevable, ya que de esa forma podremos estar bien sentados y comer a una altura prudencial, con espacio debajo para poner las rodillas de forma relajada y la distancia correcta entre el plato y la boca para no tener que inclinar demasiado el cuello ni la cabeza.
Por ejemplo, el Sofa Dante te proporciona un mecanismo relax, además de unos excelentes respaldos, que te permitirán comer sin forzar la espalda.
Los sofás duros
¿Eres de los que le gusta sentarse erguido y formal? Entonces los sofás duros son los más adecuados para ti. Suelen ser los más típicos en las salas de espera, los centros comerciales y las decoraciones de las casas muy formales. Una de las ventajas que tienen es que no se arrugan fácilmente, con lo que aunque se sienten muchas personas a lo largo del día, conservan un aspecto lozano y elegante cada que vez que lo vas a utilizar.
En cuanto a los materiales, suelen estar fabricados con goma, gomaespuma o fibra sintética, ya que resultan más resistentes y ayudan a mantener la espalda en la posición adecuada. Pueden ser sofás de uno o más colores y recubiertos con fundas de tela; a veces, pueden estar recubiertos de cuero para generar una sensación de mayor seguridad y confort, aportando así un toque decorativo muy sobrio, fácil de integrar en ambientes rústicos o clásicos. Un ejemplo muy clásico de este tipo de mueble es el Sofá Bely, a la venta en Delsofa.es.
Sofás para tumbarse a ver la televisión
¿Eres de los que le gusta tumbarse en el sofá a ver la tele? No hay nada peor que intentar recostarte en un tresillo que no está pensado para eso. Se salen los pies o las piernas por uno de los reposabrazos, constantemente te tienes que levantar porque empiezas a notar un dolor en el zona lumbar y, casi sin darte cuenta, puedes estar dañando poco a poco la estructura y sostenibilidad del sofá. Una posición poco recomendable, ¿no crees?
Si eres de los que le gusta echarse para estar cómodo y así ver una peli en el sofá con las luces apagadas, un refresco en la mano y unas palomitas a poca distancia de ti, entonces necesitas un sofá ancho y con chaise longue, donde te puedas recostar en dirección hacia la televisión. Y además: es importante que los rellenos del sofá sean especialmente confortables para asegurar una agradable acogida de cada una de las partes de tu cuerpo.
Fíjate por ejemplo en el Chaise Longue Andrea. Cuenta con un brazo elevable para que puedas reposar tu brazo izquierdo mientras estás tumbado. Además, el relleno está en su punto para proporcionar a tu cuerpo el máximo confort cuando te tumbes a ver la película.
Sofás con cama para dormir
Una cosa es sentirse cómodo durante unas horas y otra pasar toda la noche durmiendo en el sofá. No por accidente, sino intencionadamente. ¿Tienes muchos invitados en casa y de vez en cuando se queda algún amigo o algún familiar a dormir en tu casa? Si bien un sofá cómodo con chaise longue puede ser una opción, lo más recomendable sigue siendo que optes por un sofá cama.
Los sofás camás te aportan la versatilidad de poder utilizarlos tanto para sentarte como para dormir. Pero no por su carácter funcional han de ser por eso menos elegantes. Los sofás cama son productos desmontables, verdaderas obras de ingeniería que te permitirán abrirlos y cerrarlos en poco tiempo y de forma sencilla, de modo que puedas irte pronto a dormir por la noche sin hacer demasiado trabajo.
Sofás para sentarse a charlar
Cuestión distinta es si recibes muchos invitados y sueles sentarte con tus amigos o tu familia a charlar en el sofá mientras os tomáis el café. Aquí el problema general suele ser la escasez de buenos sitios, con lo que si es posible, lo más recomendable es contar con un sofá de 3 plazas y 2 sillones, o dos sofás de 2 plazas y 2 sillones, para que podáis estar un poco más anchos. El Sofá Louisiana es un buen ejemplo de esto.
También es importante que tanto los sillones como los sofás queden cerca de la mesa del centro, de modo que no tengáis que levantaros para dejar las tazas. Pero, aparte del espacio, importa la estructura de los muebles y la posición en la que están colocados. Para generar un ambiente acogedor, donde os podáis ver tranquilamente las caras sin hacer esfuerzos, lo mejor es que sofás y sillones se encuentren en forma de U, con la mesa del café en el centro. Esta disposición es compatible con la televisión, ya que puede variarse la orientación de los sillones sin hacer demasiado esfuerzo.
Este tipo de disposición de sofás es la más idónea para salones románticos o rústicos, con muchos detalles y muy barrocos, con lo que es recomendable que escojas sofás que insinúen ese estilo. No tienen por qué ser muebles antiguos; puedes simplemente darle ese aire escogiendo bien las fundas de los sofás y los cojines. Ten en cuenta que deben ser también, en cierta manera, ligeros y fáciles de mover, para que puedas reubicarlos con facilidad.
En definitiva, ¿qué sofá necesitas?
Habrá alguno que piense que le haría falta un sofá que reúna las características de todos estos modelos. En el fondo, en algún que otro momento, todo el mundo quiere un sofá blandito donde se pueda descansar, un sofá para dormir, uno que sea elegante y que no se arrugue con facilidad, uno en el que se pueda uno tumbar a ver la tele, dormir la siesta, pasar la noche o sentarse a disfrutar de la sobremesa.
Sin embargo, nada es incompatible y se pueden buscar múltiples combinaciones para cubrir nuestras necesidades. Lo importante es que nuestro salón sea un lugar que esté preparado para lo que vayamos a hacer allí y que en ningún momento sintamos que nos falta algo o el sofá no es como nos gustaría. ¡Haz que tu salón se convierta en ese lugar de descanso donde apetece siempre estar!
Espero que este artículo te haya sido útil para saber cómo elegir tu sofá. Si tienes todavía dudas o no sabes qué modelo de sofá te gustaría más, puedes contactar con nosotros llamando gratis al 900.701.086 para que te asesoraremos en todo lo que necesites. Nuestros expertos en piezas tapizadas están disponibles de lunes a viernes de 8 a 20 horas.
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